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Qué tener en cuenta antes de solicitar una línea de crédito

Imagina que estás en plena cuesta de enero y, de repente, tienes que afrontar un gasto inesperado. Puede ser una factura astronómica de la luz, se te rompe la lavadora o la batería del coche ha dejado de funcionar. ¡Menuda faena! Después de hacer cuentas, resulta que necesitas 500 euros para llegar a fin de mes. En ese caso tienes varias opciones. Puedes utilizar tus ahorros, pedirle a tu jefe que te adelante la próxima nómina, tirar de tarjeta… o, tienes la opción de solicitar una línea de crédito.

En este artículo vamos a explicarte qué es y qué tener en cuenta antes de solicitar una línea de crédito para mejorar tu educación financiera y ayudarte en la toma de decisiones.

una línea de crédito

¿Qué es una línea de crédito?

Una línea de crédito es una forma de financiación que está a disposición de usuarios particulares, de autónomos o empresarios.

Se trata de una herramienta de financiación que una entidad establece para que puedas disponer de ese dinero cuando lo requieras durante un tiempo concreto. Hablamos de un tipo de producto más flexible que un préstamo personal, ya que no tienes que utilizar todo el importe que te concede tu entidad, sino que posees la opción de usarlo cuando y como mejor te convenga.

Características de una línea de crédito

  • La entidad fija un importe máximo en función de tu situación financiera.
  • Puedes disponer de todo o parte del dinero siempre que lo necesites, mientras no superes el importe total.
  • Solo pagas los intereses por el dinero que has tomado prestado.
  • No tienes por qué utilizar la línea de crédito. En ese, caso no se aplica ningún tipo de interés.

¿Cómo funciona una línea de crédito?

Ponte en el caso de que te aprueban una línea de crédito de 5.000 euros que puedes solicitar a lo largo de 12 meses. Durante ese año podrás utilizar ese dinero cuando lo requieras, aunque puedes no hacer uso de ello. Deberás devolver el dinero junto a los intereses, pero sólo de la parte que hayas empleado.

¿Qué necesito para pedir una línea de crédito?

Lógicamente, no todo el mundo puede disponer de una línea de crédito. Deberás cumplir unos requisitos, que suelen ser los mismos en todos los bancos, fintech o entidades financieras.

  • Ser mayor de 18 años.
  • Poseer un documento válido en vigor, como el DNI.
  • Tener una cuenta bancaria.
  • Disponer de unos ingresos recurrentes, como una nómina o pensión.
  • No figurar en la lista de morosos.

¿Qué tener en cuenta antes de abrir una línea de crédito?

Antes de solicitar una, considera lo siguiente

  • Compara entre varias entidades para elegir las mejores condiciones.
  • Lee bien la letra pequeña, para que no haya problemas.
  • Conoce bien los intereses y comisiones antes de dar el sí.
  • Prepara toda la documentación necesaria.
  • Asegúrate de que puedes hacer frente a la devolución del dinero en el plazo acordado.

¿Qué comisiones e intereses hay que pagar?

Todo depende de dónde solicites la línea de crédito, pero las comisiones más habituales de la banca tradicional son las siguientes:

  • Comisión por apertura: Es la que tienes que pagar para que te la concedan.
  • Comisión de renovación: El precio por renovar transcurrido el plazo fijado para renovarla.
  • Comisión por amortización anticipada: Si puedes y quieres devolver el dinero antes del fin de plazo, tienen una comisión que la ley fija entre el 0,5 y el 1%.
  • Comisión por disposición del saldo: Es poco habitual, pero a veces pueden cobrar una comisión por cada retirada de dinero. Recuerda comprobar bien las condiciones.
  • Interés: Es el porcentaje que se aplica por el dinero prestado, exclusivamente a la parte del dinero que hayas usado.

Línea de crédito, préstamo y tarjetas de crédito

Pueden tener similitudes, al fin y al cabo, suponen pedir prestado dinero a cambio de unos intereses. Pero hay unas claras diferencias.

Diferencias entre una línea de crédito y un préstamo personal: La primera es que puedes utilizarla o no y se cobran solo los intereses de la parte utilizada, a diferencia de un préstamo que es una cantidad que debes devolver en su totalidad con sus intereses. Además, la línea de crédito se puede renovar, normalmente al cabo de un año.

Diferencias con las tarjetas de crédito: Las tarjetas de crédito suelen ir vinculadas a una cantidad total mensual, a diferencia de la línea de crédito, que generalmente es de carácter anual. Las tarjetas te permiten disponer del crédito en cualquier momento y en cualquier lugar. Esa comodidad hace que se utilicen muchas veces para gastos más superfluos y la línea de crédito se reserve para auténticas necesidades o gastos imprevistos.

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